En la edad media, para señalizar las tabernas se colgaba un ramo en la puerta. Con inteligencia y disimulo, las prostitutas empezaron a hacer lo mismo, convirtiéndose popularmente en rameras. En Onda Ramera colgamos un ramo en la puerta del estudio y sintonizamos con la ramera que llevamos dentro. Y con la tabernera. Y con la bruja. Radiaremos collages sonoros a favor de la vida interconectada y del buen vivir. Un experimento sónico y promiscuo donde confluirán las ecofeministas, la agricultura regenerativa, la biodinámica, la astrología, el tarot, el folklore y la viticultura natural.